Efecto del COVID en el mercado eléctrico. Posibles efectos ante una segunda ola.

La pandemia del COVID provocó una caída de la demanda de electricidad del 10%-20% después de que el Gobierno declarara el Estado de Alarma. Los efectos combinados de una reducción de la demanda de electricidad y el precio de los fundamentales (gas, petróleo, CO2) pusieron presión en el precio del pool (llegando al precio medio mensual más bajo en abril de 2020, con 17,6 €/MWh).

Esa bajada de precios también se ha extendido al mercado de futuros, con el producto carga base anual de 2021 que en abril se negociaba por debajo de 40 euros/MWh. Dado que los compradores utilizan estas señales de precios para calcular los ahorros implícitos del PPA, en un contexto de precios bajos, presionan a la baja el precio al que se negocian los posibles PPAs, que han visto reducidas sus expectativas de precio de venta de la energía, especialmente en el periodo de precios más bajos durante el segundo trimestre.

El precio del CO2 se redujo sensiblemente entre marzo y mayo, al igual que el precio del gas, llegando a situarse este último por debajo de los 5 €/MWh (una bajada de c.40%).Y algo similar puede decirse del petróleo, que tocó fondo por las mismas fechas.

Actualmente ha habido una completa recuperación del precio de CO2, con una cierta recuperación también por parte de petróleo y gas, lo que ayuda a que el precio medio diario del pool se encuentre por encima de los 40 €/MWh, esperándose que el precio medio de los 4 próximos trimestres siguientes sea de superior a 45 €/MWh y en 2021 se sitúe en por encima de los 46 €/MWh.

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Evolución del pool (precios medios diarios)

Se puede comprobar que los precios han subido considerablemente a pesar de que aún están relativamente bajos respecto a niveles de otros años, lo que evidencia que los reducidos precios que se han visto este año difícilmente volverán a verse. De hecho, en los últimos días estamos viviendo un incremento importante en el precio de la energía en caso todos los mercados europeos debido a una conjunción de factores y del que estamos quedando relativamente al margen en el mercado ibérico gracias a nuestra escasa capacidad de interconexión con Francia.

En cuanto al comportamiento del mercado ante una nueva ola de infecciones, cosa que parece cada vez más probable, todo va a depender en gran medida de la respuesta que se dé. En caso de que se produjera un nuevo confinamiento a nivel nacional, la reducción de la demanda podría provocar una respuesta similar a la que ya tuvimos en la primera ola, aunque menos acusada.

Hay que tener en cuenta que a finales del primer trimestre e inicios del segundo se da naturalmente una reducción de demanda e incremento de producción renovable (especialmente eólica) que agravó la situación. Este acople de factores no se daría en una segunda ola, que además ya no provocaría la misma sensación de pánico al enfrentarse a algo totalmente desconocido.

Prueba de ello es que, a pesar de que la amenaza evidente de una segunda ola, los mercados de futuros están manteniendo niveles de precios razonables, lo que demuestra la confianza del sector en que el comportamiento del mercado no se verá seriamente afectado en el futuro cercano.

En conclusión, el sector eléctrico, en general, y las energías renovables, en particular, se han mostrado muy resilientes durante el periodo de la pandemia, una vez pasado el primer momento de desconcierto. En efecto, se muestran síntomas claros de recuperación, como lo demuestra la reactivación de inversiones en las renovables o recuperación de los precios de las materias primas y a largo plazo los modelos muestran un punto de equilibrio del mercado similar a las proyecciones obtenidas antes de la crisis, gracias también a la recuperación de los precios del combustible. Además, la Comisión Europea ha situado ya las renovables en el centro de la recuperación económica, estableciendo unos paquetes de estímulo para incentivarlas como motor de la recuperación, creación de empleo y consolidación de sistemas energéticos más eficientes y resistentes, lo que nos hace ser optimistas de cara al futuro.